Buen Papá:
“Padres buenos hay muchos; buenos padres, hay pocos. No es difícil ser un padre bueno, en cambio, no hay nada más difícil que ser un buen padre” (autor desconocido)
Nadie nos enseña a ser papás, y quizás por esa razón, algunos somos el vivo retrato de nuestros padres. Otros adoptamos un estilo totalmente contrario, para no cometer los mismos errores, y por último quienes adoptaron su propio estilo, siempre basados en sus creencias y valores.
Se dice que hay tres tipos de padres de familia:
El permisivo: Este es el padre amigo, el que no pone límites, el que dice sí a todo, el que busca la aceptación de sus hijos a toda costa. Son padres cariñosos, pero están más enfocados en consentirlos que en brindarles una figura de autoridad. Ej: “Haz lo que quieras, lo haces mañana, como prefieras”
El autoritario: Este es el padre aprensivo, se caracteriza por querer controlar todo lo que sus hijos hacen. Está más enfocado en que las reglas de la casa se cumplan, que en dedicarles amor y atención a sus hijos. “lo haces porque yo digo, no me importa lo que pienses, es tú obligación, quién te crees”
El democrático: Este tipo de padre es quien a pesar de no dejar de tener control sobre sus hijos, es flexible y deja que tomen sus propias decisiones, y asuman las consecuencias. Este tipo de padre cría niños independientes, pero con un alto sentido de la responsabilidad. “¿Cuál crees tú que es la mejor decisión?”
Ahora que vimos los tres tipos de padres y que probablemente ya nos sentimos identificados con alguno, veamos algunos tips que nos ayudarán a ser el mejor padre del mundo.
Demuéstrale y dile lo mucho que lo quieres. A veces damos por hecho que ellos ya lo saben, y dejamos de decirlo. Siempre es rico que te recuerden cuánto te aman. Está demostrado que los padres más cariñosos son quienes crían niños más felices.
Predica con el ejemplo, ya que ellos están pendiente de cada cosa que haces y cada cosa que dices. Si los regañas por mentir, procura que no lo hayan aprendido de ti. A veces no nos percatamos que ellos, al igual que una esponja, absorben todo lo que está a su alrededor y lo replican.
Aliméntalos siempre con palabras positivas y enriquecedoras. No les digas adjetivos calificativos, mucho menos negativos, que lo único que harán es llevarse su auto estima y su seguridad. Aliéntalo y ayúdalo a enfocarse en lo que es bueno.
Acéptalo tal cual es. Quizás esta es una de las más difíciles, ya que los padres siempre desean lo mejor para sus hijos, pero tal vez lo que para ti es lo mejor, no es lo que tu hijo quiere para él.
Nunca olvidaré cuando en las clases de la universidad preguntaba la razón por la que habían elegido la carrera. Era impresionante escuchar “La elegí porque mi papá no me dejó estudiar música”, “yo quería ser artista, pero no me dieron permiso de estudiar arte”
Se bueno con su mamá. Ellos aprenderán de ti cómo tratar a su futura pareja. Tu le darás el ejemplo de cómo tratar a una mujer a través de tus acciones y tus palabras.
Recuerda que eres su héroe, eres el líder que ellos quieren ser de grandes y si son mujercitas, probablemente vean a su futuro esposo reflejado en ti.
Papá, si tienes hijos a los que no les hablas, a los que abandonaste hace tiempo, a los que ya no les dedicas el tiempo ni la atención que ellos merecen y esperan, nunca olvides que ellos, en el fondo de su corazoncito, están esperando que los busques, que les pidas una segunda oportunidad, nunca es demasiado tarde ser un buen padre. ¡Feliz día papá!