LEVÁNTATE

Hoy no me quiero levantar, quisiera que fuera fin de semana o que hubiese algún tipo de catástrofe natural. Quisiera quedarme en mi cama y no hacer absolutamente nada. Nada.

Claudia se tiene que levantar a las cinco de la mañana para llegar a su trabajo a tiempo. Todas las mañanas pelea consigo misma para poder abrir los ojos. A las tres de la mañana se levanta el baño y lo primero que hace al volver a la cama, es ver la hora en el reloj para darse cuenta que ya solo le quedan dos horas para dormir.

Cuando suena el despertador a las cinco en punto, siente dentro de ella una gran apatía hacia levantarse. Su primera reacción es apretar el botón del despertador para poder dormir cinco minutos más. Todavía es de noche y el día no ha calentado lo suficiente. A las cinco y veinte de la mañana ya ha presionado cuatro veces el botón y todavía no logra salir de la cama.

¿Te suena familiar? ¿También te demoras 30 minutos en “arrancar los motores”?  ¿También quisieras que declararan alerta roja y que informaran en las noticias que nadie puede salir de su casa? A mí también me pasa. A todos nos ha pasado algún día que llega la hora de levantarse y no tenemos la disposición ni el empuje para hacerlo.

Cuando uno es dormilón de naturaleza y desde que tiene uso de razón se le pegan las sábanas, es normal acostumbrarse a tener esta batalla interna todas las mañanas.  Aquí les presento algunos tips que nos pueden ayudar a dejar nuestra almohada por las mañanas.

Dormir bien. Nuestro cuerpo es una máquina con un diseño maravilloso pero que, sin duda, necesita recargar las baterías para poder rendir al día siguiente. El dormir como mínimo seis horas diarias es determinante en nuestra energía matutina.

Sonido de alarma. El tipo de sonido que le pongamos a nuestra alarma también influirá. Si ponemos una música clásica o una canción que nos guste probablemente nos quedaremos bien tapaditos tranquilamente escuchándola. Por esta razón, la recomendación es poner una alarma que no desagrade pero que al menos nos dé la fuerza de despertar para apagarla.

Fuera de alcance. Poner el despertador lejos de la cama para obligarnos a levantarnos a apagarlo es una excelente técnica. Ponlo en el baño y cuando te veas allí, te sentirás culpable de regresar a la cama.

Deja entrar la luz. Abre las cortinas y un poco las ventanas. Cuando dormimos en un cuarto oscuro, nuestro cuerpo asume que todavía es de noche y además las cortinas cerradas nos impiden sentir el aire fresco del amanecer.

Motor de motivación. ¿Por qué te levantas todas las mañanas? Debes encontrar el motor de motivación que te ayudará a dejar la pereza en la cama y salir de ella con el objetivo de lograr tu propósito en la vida.

El secreto es saber que eres capaz de desarrollar esa energía matutina e ir creando día a día el hábito hasta que ya sea parte de tu rutina.

“Deja la cama donde te duermes con la multitud y sal a caminar por ti mismo, es decir por lo único verdadero, es decir, por la vida. Entonces despierto bendecirás a todos con tu alegría”
Facundo Cabral QEPD