Una de las habilidades más cotizadas en un profesional es su habilidad de comunicarse y persuadir a los demás.
Cuando nos comunicamos estamos constantemente en un proceso de venta, el cual no se resume a hablar, sino a cómo nos expresamos y además cómo escuchamos a nuestro interlocutor.
¿De qué manera se asemeja el persuadir o convencer con el proceso de venta? En cuanto que, a pesar de que no estamos vendiendo un producto, estamos vendiendo nuestras ideas, nuestros proyectos y propuestas y por qué no, nuestra forma de pensar.
“Cuando nos comunicamos estamos constantemente en un proceso de venta, el cual no se resume a hablar, sino en cómo nos expresamos”.
Un buen comunicador es quien logra convencer a través de su autoconfianza, su credibilidad y la forma en que maneja la información que está transmitiendo.
Después de 15 años de dar cursos de cómo hablar en público, te das cuenta que las mayores limitantes no están en las habilidades de expresión, sino en el nivel de confianza que cada comunicador posee.
Recuerdo que hace unos años tuve una clienta, que antes de hablar, me pedía disculpas por lo mal que hablaba, y lo más irónico es que era muy buena comunicadora. Simplemente sus pensamientos negativos no la dejaban creer en sus capacidades y no la dejaban ver sus verdaderas habilidades en la oratoria.
Uno de los errores más grandes cuando una persona quiere aprender a hablar en público es pretender ser una persona que no es.
Puedo entender que el vestirse elegante para la presentación venda; sin embargo, eso no significa que tienes que imitar al conferencista que viste el otro día porque te encantó cómo hablaba.
Tomando en cuenta lo anterior, el primer paso para persuadir y ser un comunicador convincente es “ser uno mismo”, que indudablemente es más fácil que pretender ser alguien que no somos.
Es como cuando nos ponemos ropa de otro estilo al nuestro, y nos sentimos ridículos, poco naturales e incómodos. Bueno, lo mismo sucede cuando pretendemos hablar como alguien más. Nos vemos poco naturales y, por ende, no convencemos al público, ya que perdemos uno de los factores más importantes en la persuasión: la confianza.
“Uno de los errores más grandes cuando una persona quiere aprender a hablar en público es pretender ser una persona que no es”.
Entonces, ¿cómo adquirir esa confianza para poder comunicarnos de manera efectiva? Les daré algunos tips como primeros pasos para transmitir y proyectar la seguridad que los hará verse convincentes y empoderados.
- 1.- Busca una posición cómoda:
Los leones se ven elegantes paseando constantemente de un lugar al otro dentro de su jaula. Sin embargo, ni somos leones, ni estamos enjaulados. Utiliza el espacio, y haz pausas entre los movimientos que hagas, siempre viendo al público.
- 2.- Usa el contacto visual:
Una de las técnicas que más seguridad proyecta es la de ver directamente a los ojos del interlocutor. Lo cual no quiere decir que lo hagas con una mirada desafiante, pero sí con una mirada que exprese que sabes de lo que estás hablando. El contacto visual está ligado con el nivel de seguridad que sentimos de nosotros mismos y de nuestra información.
- 3.- Movimientos inconscientes:
Los movimientos que hacemos de manera inconsciente nos delatan. Por ejemplo, una persona que juega con sus manos, anillo o reloj mientras está dando una presentación denota nerviosismo. Cuando el interlocutor lo percibe, deja de confiar en la veracidad de la información y, por ende, en el emisor.
Este tema es sumamente amplio y rico en contenido. Sin embargo, al poner a prueba estos tips podrán proyectarse como comunicadores más seguros de sí mismos y, por ende, lograrán persuadir y vender más.
Comunícate siendo la mejor versión de tú mismo, y ¡convencerás!