Los límites están en tu cabeza, no en tu habilidad de hacerlos realidad.
Un nuevo año comienza. Un año nuevo, lleno de sueños, metas y objetivos. Tanto que hacer, tanto que lograr. Cada vez que un año inicia tenemos la inevitable sensación que tenemos mucho tiempo para realizar todo lo que nos proponemos lograr en tan solo 365 días.
Sin embargo, a medida que pasan los meses, nos vamos dando cuenta que es mucho menos tiempo de lo que creemos, o queremos creer.
Es sabido que a lo largo de los años, nuestros propósitos son prácticamente los mismos, y que a pesar que anhelamos lograrlos con todo el corazón, el día a día, y nuestros arraigados hábitos, nos llevan a caer en un círculo vicioso sin fin.
Hábito: Suma de comportamientos que de tanto repetirlos se vuelven parte de nuestro modus operandi, los cuales nos hacen creer que así somos, provocando que de manera inconsciente que nos encontremos pegados a los mismos patrones, estos lo único que hacen es mantenernos en esa zona de confort que nos limita y nos aleja de cumplir nuestros propósitos.
Este año quiero que juntos hagamos un plan de vida que nos ayude a visualizar nuestros objetivos para sentirnos satisfechos y orgullosos de nosotros mismos, y así, lograr lo que nos propongamos.
Evalúa:
Antes de comenzar a hacer algo que queremos lograr hace mucho, hay que descubrir porqué no lo hemos hecho antes. Si yo quiero dejar de fumar este año, y no lo he logrado en años anteriores, quizás debo preguntarme qué es lo que me lleva a hacerlo, y con base en eso, cuestionarme cuál es la verdadera razón por la que necesito un cigarro, o un pedazo de pastel, o un traguito.
Tu propósito:
Dentro de este proceso, es trascendental que nuestras metas sean vitales para nosotros. Es decir, que no sea el sueño de alguien más, o lo que otros esperan de nosotros. La razón es simple, su sueño no es mi sueño y si yo no encuentro la motivación para lograrlo dentro de mi, nunca será mío. Y por ende nunca moveré ni un dedo para lograrlo.
Comienza:
Pasamos la vida esperando que nos den ganas de comenzar, y el secreto está en no esperar a que tengamos las ganas de hacerlo. De hecho, el comprometerse con un objetivo, e idealmente tener la presión de una fecha de entrega o de realización, es la forma más efectiva de alcanzar objetivos.
Medibles y alcanzables:
Uno de mis objetivos para este año, (Así como los años anteriores), es ir al gimnasio, todos los días a la misma hora, con el objetivo de crear un hábito. Me puse a investigar cómo lograrlo y me pareció muy interesante una teoría que decía que, primero había que proponerse llegar al gimnasio a la hora definida, no importando si te quedabas a hacer ejercicio o no. El objetivo inicial es que formes el hábito de ir, y luego, al estar ahí, era más probable que te quedarás a hacer ejercicio, hasta acostumbrarte a la rutina de ir todos los días.
“Si quieres tener éxito y no sabes qué dirección seguir, yo te daré una dirección infalible: Vete a tu zona de incomodidad, haz aquello que te dé más miedo y acertarás. Lánzate a hacer lo que más te imponga y notarás al momento que la vida te dará todo lo que necesitas y más”. David, Valois.
En fin, tú eres el director de tu vida, tú elijes cómo, cuándo y qué harás para convertir tus sueños en tu nueva realidad.
Los límites están en tu cabeza, no en tu habilidad de hacerlos realidad.
Tienes toda la capacidad de lograr lo que te propongas, toma acción y, ¡Comienza ya! ¡Feliz año 2016!