No me acuerdo  :/ 

“No me acuerdo. Tengo pésima memoria. Ahí me llamas para acordarme por favor ¡tengo una cabeza!.  ¿Cuándo fue? No me recuerdo. Cualquier parecido de estas frases con la realidad no es pura coincidencia. Este tipo de afirmaciones son repetidas miles de veces al día; de hecho estoy segura que todos las hemos dicho más de una vez.

Muchos pensamos que la retentiva se va agotando a medida que pasan los años y que se nos va haciendo cada vez más difícil recordar ciertas cosas como nombres, números telefónicos, fechas, o algo tan simple como la clave de la cuenta del correo electrónico.

Desde que comencé a escribir, continuamente se me ocurren temas para la columna y pienso “que buen tema”. Según yo, me acordaré sin problema hasta que llegue al lugar donde lo pueda apuntar. Parece ser un pensamiento muy optimista de mi parte ya que cuando quiero acordarme, aparece un mensaje en mi memoria que dice “ya no se encuentra disponible”

Esto me ha hecho preguntarme ¿Por qué sí nos acordamos de unas cosas y de otras no? ¿Será que nos acordamos solo cuando nos conviene?  Será importante que recordemos nuestra dirección o el nombre de nuestro cliente más importante? ¿Que pasaría si no nos recordáramos siquiera de nuestro número telefónico?

Es muy interesante cómo funciona nuestra memoria y porqué razón selecciona qué información desea grabar y cuál no. La primera fase del proceso de memorización es el registro. Mientras mejor registremos lo que deseamos recordar, mayor será la calidad de nuestra retención.

En su segunda fase la información nueva es almacenada en la memoria de corto plazo, la cual lamentablemente tiene una capacidad bastante limitada. Es en este proceso de retención donde debemos repasar la información ya que de lo contrario terminaremos olvidándola irremediablemente

La tercera y última fase es la de recuperación. Que es cuando logramos grabar y mantener la información en nuestra memoria de largo plazo pudiendo acceder a ella cuando deseemos. Tomando en cuenta que acaban de iniciar las clases de universidades y colegios, y como lo que queremos lograr  es pasar la información de la memoria de corto plazo a la de largo plazo.

Hoy veremos algunas técnicas que nos ayudarán a seleccionar la información que queremos conservar en nuestro disco duro.

Una de las mejores técnicas y una de las que más utilizo para recordar nombres o números es la de asociación. Esta consiste en asociar lo que queremos retener a algo que nos es familiar. Por ejemplo, mi nueva clienta se llama Miriam al igual que mi tía.

Analizar minuciosamente la información. Ojear no es lo mismo que leer y leer no es lo mismo que comprender.

El interés juega un papel muy importante en este proceso. Mientras más interés tengamos más lo retendremos en nuestra memoria. Ahora si queremos que esa información esté siempre disponible en nuestro disco duro debemos repasarla de vez en cuando con el objetivo que se mantenga fresca en nuestra memoria.

Y cómo no mencionar los juegos como “memoria” que además de entretenernos nos ayuda mucho a fortalecerla a través de la práctica. Ya que tenemos claro el proceso de retención, nos será más fácil estar pendiente de cada paso para no olvidar lo que queremos recordar.

No tienes mala memoria, solo hay que hacerla reaccionar