Ética profesional:
Últimamente no he podido dejar de alarmarme por los excesivos casos de falta de ética que ocurren día a día en las empresas, instituciones y hospitales, llegando muchas veces a poner en juego la vida de seres humanos que lo único que hacen es confiar en las falsas promesas que constantemente las empresas ofrecen con tal de vender.
La ética es un conjunto de normas morales que rigen la conducta humana. Si tomamos esto como una ley, básicamente nos dice que los seres humanos, al vivir en sociedad, debemos cumplir con ciertas reglas que nos dicen cómo actuar, qué hacer y qué no hacer. En pocas palabras, no somos nosotros quienes tenemos la autoridad para inventar nuestro propio código de conducta y menos aún utilizarlo a nuestro antojo aludiendo que “esas son las políticas de la empresa”.
¿Cuántas veces el vendedor le promete a su cliente que le entregará el producto en 24 horas, cuando la realidad es que ni siquiera sabe si hay en existencia el suficiente producto para cumplir? ¿Cuántas veces no nos ofrecen devolver el dinero en caso de no estar conforme con el producto y cuando tratamos de hacerlo nos salen con diez mil protocolos más que desprestigian completamente la promesa por la cual compramos en primer lugar?
Esta falta de ética profesional está tan arraigada en nuestras culturas que en la mayoría de casos desconfiamos plenamente de la veracidad de la información. Pedimos referencias y hacemos preguntas capciosas para no caer en manos de gente sin escrúpulos, que sin duda su único objetivo es beneficiarse a sí mismos sin importar el impacto que esto tenga en su cliente.
Hace unos días veía un programa en la televisión chilena donde se encargan de desenmascarar estos abusos, El equipo de producción del programa llevaba un computador aparentemente malo a distintas empresas de servicio técnico. A través de una cámara incógnita podías escuchar y ver todo lo que decían de la computadora. Llevaron la computadora a 6 lugares distintos, solicitando un presupuesto para la reparación de la computadora. En 4 lugares dijeron que la computadora tenía mala una pieza y que el arreglo iba a costar una importante suma de dinero. En los 2 lugares restantes dijeron que la computadora no tenía nada y que solo se le había desconectado un cable, el cual ya lo habían conectado y que no había costo por la reparación. La verdad era la segunda, el equipo de producción solo desconectó el cable ya que el objetivo era ver qué tan éticas eran las empresas en cuestión. En este programa de televisión se transmitieron a nivel nacional los nombres y las direcciones de las empresas involucradas.
Ahora, la pregunta el millón es ¿llevarían su computadora a las empresas que mintieron? ¡Exacto! Ese es el resultado de la falta de ética profesional. Al final lo único que ganan estas personas y, por ende, sus empresas es perder completamente la credibilidad. Yo puedo entender que algunos para vender necesiten de alguna manera maximizar los beneficios del producto o servicio, pero eso es muy distinto a mentir acerca de lo que realmente le estás dando a tu cliente.
Al fin y al cabo, lo único que logras con engañar a tu cliente, es que él jamás regrese.
“Vende de tal manera que el que regrese sea el cliente, no el producto”