EN BUSCA DEL SENTIDO
“Lo que en verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida… Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.”
Este párrafo fue extraído del libro que, sin duda, abrió mis ojos y amplió mi visión de la vida. Definitivamente todos buscamos encontrarle un sentido a nuestra existencia, buscar una razón para levantarnos todas las mañanas.
“El hombre sin sentido” es un libro con un enfoque autobiográfico en el que Víctor Frankl cuenta las atrocidades que vivió en campos de concentración nazis. La historia comienza cuando es llevado al campo de concentración de Auschwitz, dejando atrás a su mujer y a sus padres sin saber que le deparaba el destino.
Lo enfilaron en un futuro incierto donde separaban a quienes tenían más características de luchadores y trabajadores de los que se veían cansados, débiles o deformes, para luego ser llevados a las cámaras de gas y posteriormente ser incinerados sin dejar rastro alguno de su existencia. Durante su época de prisionero, o mejor dicho esclavo, lucha día a día con las vivencias más trágicas que podríamos imaginar: torturas, muertes e incluso suicidios. Cosas que muchos de nosotros sólo con leerlas dejaríamos de quejarnos de nuestros pequeños problemas, comprendiendo lo afortunados que somos.
No podré contarles la historia del libro ya que me llevaría muchas columnas el poder plasmar tan increíble obra literaria, pero quiero rescatar que en el campo era prohibido impedirle a alguien suicidarse, por lo que debían evitar a toda costa que alguien llegara a ese extremo y lo hacían a través de buscarles un objetivo en la vida, una meta que le diera una razón a su existencia. Para poder sobrellevar el sufrimiento que implicaba estar recluidos en un campo de concentración, debían buscar y darles el sentido a la vida, el cual habían perdido y aferrarse a eso con uñas y dientes para no dejarse vencer. Para algunos era volver a ver a su familia, recuperar su trabajo o hacer lo que siempre habían soñado y nunca se atrevieron.
Frankl narra en el libro que nada ni nadie le puede quitar a un ser humano su libertad espiritual. Solo nosotros decidimos qué pensamos y qué soñamos y somos lo que dejamos que los pensamientos, positivos o negativos, invadan nuestra cabeza y nuestro corazón.
Por esta razón, independientemente de lo que estemos viviendo siempre podremos encontrarle un sentido a nuestra vida. A pesar que todo se vea negro y que al final del túnel no se vea la luz, dependerá de mí el buscar esa meta que me ayudará a salir del hoyo en el que me encuentro.
Definitivamente la vida nos pone pruebas, pero cuando queramos tirar la toalla, pensemos en la razón por la cual estamos en esta vida e imaginémonos por un momento estar en la situación del autor. ¿Cuál sería la razón por la cual te levantarías en la mañana? ¿Cuál es el sentido de tu vida?